Igualar el éxito de un disco de diamante entre los 100 más vendidos en Estados Unidos era una tarea muy difícil. Ante ese reto, a lo único que Bon Jovi podía aspirar era a grabar un álbum que, ante todo, no defraudara. Y no lo hizo.
Su cuarto trabajo bautizado con el nombre del estado del que la banda era originaria, “New Jersey”, fue todo un éxito que devoré de principio a fin durante años, y que de vez en cuando sigo disfrutando, dándole un repaso.
El tercer corte del disco, “Born To Be My Baby”, fue el segundo sencillo, y también estuvo en el Top Ten del Bilboard. Es una canción vibrante y pegadiza, con esas melodías irresistibles que te invitan a cantarlas a pleno pulmón.
Es posible que Bon Jovi haya cambiado el estilo que lo lanzó a la fama, pero ahí están los discos del pasado, cuya música siempre será celebración de lo vivido, medicina para el alma, y banda sonora para cualquier noche inolvidable.
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